No hay momento más intenso en el deporte que un Juego 7.
Todo se decide en 48 minutos. No importa lo que ocurrió antes, no hay margen de error. Y este domingo, la NBA nos regala uno de esos duelos que marcan carreras: Denver Nuggets vs. Oklahoma City Thunder, por el pase a las Finales del Oeste, en el Paycom Center de OKC.
Denver se niega a morir
El Juego 6 fue una declaración de carácter de los campeones en el 2023. Estaban contra la pared, al borde de la eliminación, y respondieron como lo que son: un equipo con orgullo, con talento y con experiencia en batallas duras. La victoria no solo extendió la serie, sino que envió un mensaje claro: los Nuggets siguen vivos y no van a ceder fácilmente.
Nikola Jokic volvió a liderar con su estilo dominante, pero esta vez, a diferencia del Juego 5, los acompañamientos respondieron. Murray apareció en momentos clave, Gordon volvió a ser ese conector que eleva el nivel del equipo, y la defensa fue más física, más enfocada. En esencia, Denver jugó como un equipo que ya ha estado en este tipo de guerras y sabe cómo sobrevivirlas.
OKC, el reto más grande
Pero ahora viene lo verdaderamente difícil: ganar un Juego 7 como visitante, en una de las canchas más ruidosas y complicadas de toda la NBA. Oklahoma City ha construido su identidad como un equipo joven, veloz pero disciplinado, explosivo pero inteligente. Y para los OKC esta es una gran oportunidad para volver a las Finales de Conferencia por primera vez desde 2016.
Shai Gilgeous-Alexander está jugando como una superestrella, y el resto del equipo ha demostrado tener el temple necesario para cerrar partidos apretados. Se han aprovechado del desgaste físico de Denver a lo largo de la serie, presionando constantemente a Jokic y obligando a los demás a tomar tiros incómodos como fue en el Juego 5. Pero ahora tienen una prueba distinta: cerrar la serie en casa ante un equipo con experiencia reciente de un Juego 7.
Una batalla por la historia y por el MVP
Este Juego 7 no es solo un partido más, es un choque generacional. Por un lado, el presente de los Nuggets y su experiencia, con un Jokic que sigue escribiendo su legado como uno de los grandes de esta era. Por el otro, el futuro brillante del Thunder, con un núcleo joven que ya se comporta como si llevara años compitiendo en este nivel pero que sigue teniendo falencias por la falta de experiencia de Playoffs.
Para Denver, ganar este partido como visitante sería uno de los mayores logros de esta etapa de Playoffs si llegan llevar el Juego 7 en dos rondas consecutivas de la posttemporada. Para Oklahoma City, sería la validación de un proyecto que ha crecido paso a paso, sin atajos.
Todo se define este domingo: Un boleto a las Finales del Oeste y el posible ganador del MVP en esta temporada. Pero como siempre, cuando el reloj marque el inicio, recordaremos por qué el Juego 7 son las dos palabras más emocionantes del deporte.